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Personaje multifacético, interesado por las artes plásticas, la música y la literatura, E. T. A. Hoffmann /1776-1822) fue uno de los grandes exponentes del género fantástico. Puso su imaginación indomable, que en todos los frentes le ganó la batalla al mundo convencional, al servicio del cuestionamiento del paradigma racionalista. A los valores de la sociedad mecanicista él contrapuso la emergencia de lo irracional y lo grotesco para crear la sensación de que el horror no se esconde, sino que se encuentra en lo más cotidiano y a la vista de todos. Su éxito en Francia tuvo como resultado la discusión internacional de su trabajo y, a consecuencia de esto, vino la aparición de obras que intentaron seguir su camino.

El público mexicano del siglo XIX conoció a Hoffmann a través de traducciones en francés y en castellano; adaptaciones para ópera o ballet; textos críticos dedicados a discernir su valor y, por supuesto, también mediante obras mexicanas escritas bajo su influjo. En este libro se realiza una aproximación comparatista al fenómeno de esta recepción, con la que se evidencia cómo las obras y los géneros literarios cultivados por un autor extranjero se insertaron en el paso de la literatura mexicana hacia la modernidad, gracias a la asimilación de nuevos temas y formas de expresión.