Libros impresos

La Revolución constituyó un hecho cultural en un sentido concreto: con su triunfo se movilizaron de manera determinante el campo cultural y el literario; y se dio inicio a la creación de una serie de instituciones estatales que transformaron las condiciones materiales en que se ejercían la literatura, la educación, el arte y la cultura.

Este libro está conformado por capítulos sobre el Ateneo de la Juventud, el estridentismo, los Contemporáneos, la llamada "novela de la Revolución", y también por otros que se dedican a la emergencia de formas soslayadas del escribir y del pensar la literatura: el periodista como intelectual, el teatro de revista y las formas populares en la cultura escénica, la literatura para niños y jóvenes, los impresos populares, la emergencia pública de las intelectuales y escritoras. Se recogen asimismo los insoslayables esfuerzos editoriales de la Revolución, determinantes en la ampliación del público lector. Igualmente, el volumen incluye capítulos que atienden al internacionalismo en torno al proyecto editorial revolucionario y lo que se puede denominar la "literatura de la revolución interrumpida": escritos de los anarquistas, comunistas y otros movimientos populares organizados, cuyos intelectuales desarrollan prácticas de lectura y escritura que deben considerarse como otra tradición. El volumen concibe la literatura en términos de sociabilidades y materialidades, y no únicamente de obras y autores. Sus capítulos nacen del diálogo generoso de una veintena de investigadores de varias latitudes cuyos enfoques complementarios trazan una mirada renovadora y compleja sobre las letras del periodo 1900-1940, que difiere de la de otras historias literarias.